Sin pruebas de que los alimentos sean una fuente o una vía de transmisión del Coronavirus
EFSA, ECDC y OMS realizan un seguimiento pormenorizado de la evolución del virus y no obtienen evidencias de que los alimentos contribuyan a su expansión
Coronavirus: la OMS publica una guía de buenas prácticas para la manipulación y preparación de los alimentos
El estrecho seguimiento que actualmente realiza la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) en relación con el brote de la enfermedad del coronavirus (COVID-19) evidencia que, en la actualidad, no existen pruebas de que los alimentos puedan ser una fuente o una vía de transmisión probable del virus.
Según la científica de la EFSA Marga Hugas, “las experiencias de anteriores brotes de coronavirus afines, como el coronavirus causante del síndrome respiratorio agudo grave (SARS-CoV) o el coronavirus causante del síndrome respiratorio de Oriente Medio (MERS-CoV), indican que no se produjo transmisión a través del consumo de alimentos. Actualmente no hay pruebas que sugieran que este coronavirus sea diferente en ese sentido.”
Por su parte, el Centro Europeo para la Prevención y el Control de las Enfermedades (ECDC) ha señalado que, si bien se ha comprobado que la fuente de la infección inicial en China fue algún animal, actualmente el virus se está propagando entre las personas al inhalarse las pequeñas gotas presentes en el aire cuando una de ellas tose, estornuda o exhala. En este sentido, el Instituto Federal Alemán para la Evaluación de Riesgos recoge información completa sobre la transmisión del coronavirus a través de los alimentos y los objetos en un apartado específico de su página web.
Por otro lado, en base a los estudios que tanto científicos como autoridades de todo el mundo están realizando sobre la propagación del virus, puede decirse que no se ha informado de ningún caso de transmisión a través de alimentos. Este es el motivo que hace que la EFSA no haya intervenido de forma alguna en la respuesta a los brotes de COVID-19. Igualmente, el organismo continúa prestando atención a la bibliografía científica, por si se da el caso de que aparezca información nueva y relevante.
En cuanto a la seguridad de los alimentos, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha publicado recomendaciones para la prevención del contagio, así como para mantener buenas prácticas higiénicas durante la preparación y la manipulación de los alimentos, tales como lavarse las manos, cocinar bien la carne y evitar la posible contaminación cruzada entre alimentos cocinados y no cocinados.
Por otro lado, en relación a las empresas alimentarias, la OMS también señala algunas medidas a implementar, como intensificar la higiene personal y ofrecer cursos a sus trabajadores acerca de los principios de la higiene alimentaria para evitar o reducir el riesgo de que contaminen la superficie de los alimentos o los envases con el virus, la utilización de mascarillas y guantes o la introducción de medidas de distanciamiento físico y prácticas estrictas de higiene y saneamiento regular y eficaz en todas las etapas de la elaboración, producción y comercialización de los alimentos.