Medicamentos, productos sanitarios y protección del consumidor
Antonio Juberías Sánchez. Doctor en Farmacia y coordinador del libro
Tanto medicamentos como productos sanitarios se caracterizan por una especial complejidad y la existencia de unos riesgos asociados a los beneficios que generan. Estas peculiaridades son abordadas en el libro Medicamentos, productos sanitarios y protección del consumidor (Editorial Reus), donde se recogen, de manera sistemática, los diferentes aspectos que determinan la relación de estos productos con el consumidor, así como la normativa y jurisprudencia más relevante. Todo ello es tratado con rigor por los diferentes autores que han participado en su confección.
No son habituales las obras que conjugan aspectos relacionados con el consumo, el mundo del medicamento y el producto sanitario; por ello, nos gustaría llamar la atención sobre determinados aspectos de su contenido.
¿Qué podemos destacar de este libro?
En esta obra se ponen de manifiesto cuestiones no muy conocidas, como la dificultad que, en ciertos casos, puede entrañar establecer una clasificación de un producto como medicamento, y su diferenciación de otros productos de carácter sanitario, nutricional, cosmético o de acción contra microorganismos o plagas (conocidos como productos frontera) y las consecuencias que ello conlleva.
La actuación de facultativos (prescripción y dispensación) o la elección libre por el usuario, como en el caso de medicamentos publicitarios o en la adquisición a través de los servicios de la sociedad de la información, presentan importantes implicaciones relacionadas con la seguridad de su empleo. Conviene mencionar la visión referida al medicamento publicitario y los importantes riesgos que la publicidad engañosa puede generar en este ámbito.
Destacamos, así mismo, el tratamiento otorgado al acceso a medicamentos en situaciones especiales (uso compasivo, medicamentos no autorizados en España y usos off label) desde el punto de vista de la responsabilidad y el entorno clínico donde va a llevarse a cabo, considerando, en este supuesto, un desplazamiento de la responsabilidad hacia los profesionales sanitarios.
Llamamos la atención sobre los apartados relacionados con el producto defectuoso y la compra de medicamentos a través de internet. En el primero de ellos el libro recoge un tratamiento diferenciado del medicamento y del producto sanitario defectuoso, destacando, de ese modo, las diferencias existentes entre ambos. En el segundo, se analiza la importancia que las autoridades sanitarias han otorgado a la sociedad de la información, como principal vía de acceso a medicamentos falsificados y de baja calidad, y la importancia de una buena formación e información del consumidor para evitar el uso de estos productos; todo ello se enlaza con las implicaciones penales de estas circunstancias.
La introducción de productos fraudulentos en el mercado es especialmente grave en el caso de los medicamentos, pues incluso aquellos productos que resulten inocuos –pero ineficaces, por ejemplo- pueden poner en riesgo la salud o vida del usuario, en tanto se utilice el supuesto medicamento para corregir o aliviar una dolencia.
Consideramos que se trata de una obra de interés, tanto para los profesionales de las ciencias jurídicas como de las ciencias de la salud y, por supuesto, para todos aquellos profesionales y particulares que deseen conocer la regulación aplicable a estos productos o aproximarse a ellos desde la perspectiva del consumo.