Las enfermedades mentales, el gran tabú del siglo XXI
10/10/2016 Hoy, día 10 de octubre se celebra el Día Mundial de la Salud Mental y desde Eupharlaw queremos sumarnos a esta fecha para reivindicar la importancia de uno de los mayores problemas de salud de nuestros tiempos. A diferencia de las enfermedades físicas, que cuentan con el apoyo del sistema sanitario y de la sociedad, las mentales siguen encontrándose con innumerables trabas que sólo sirven para estigmatizar aún más a quienes las sufren.
Según la OMS, 350 millones de personas padecen depresión en el mundo, lo que la ha convertido en la principal enfermedad mental de nuestra sociedad. La siguen los trastornos bipolares (60 millones de personas), la demencia (43 millones de personas) y la esquizofrenia y otros tipos de psicosis o psicopatías con alrededor de 21 millones de personas afectadas en todo el mundo. Pese a la gran cantidad de personas que viven con estos trastornos, los sistemas de salud no han logrado una respuesta adecuada para hacerles frente. Se calcula que en los países con mayores ingresos, entre el 35% y el 50% de los afectados no reciben tratamiento, cifra que sube hasta un 85% en los países de ingresos bajos y medios.
A este abandono sanitario hay que sumarle las trabas que la propia sociedad suscita. Los medios de comunicación tienden a demonizar las enfermedades mentales, prestándoles atención únicamente cuando forman parte de una noticia negativa. “El sospechoso tomaba antidepresivos” o “El asesino era bipolar” son titulares habituales en los periódicos y telediarios, que fomentan la desinformación y los estereotipos dañinos sobre los enfermos. Nadie consideraría relevante resaltar que el protagonista de la noticia sufría neumonía o tomaba analgésicos, y sin embargo, las conductas negativas siguen asociándose a las enfermedades mentales pese a que está demostrado que las personas que las padecen no son más propensas al crimen. Para evitar este tipo de representación, la organización Con Salud Mental editó una guía de estilo que marca las pautas para tratar las enfermedades mentales de manera correcta en los medios.
Con este tipo de descripciones llenando el imaginario colectivo, es normal que la mayoría de las personas que sufren estos trastornos prefieran mantenerlos en secreto y que el uso de medicamentos para tratarlas siga señalado con el dedo por una sociedad mal informada. Una de cada cuatro personas presentará un trastorno mental a lo largo de su vida, por lo que hablar de este problema de una manera clara y abierta es fundamental para que se normalice la percepción de estas enfermedades, y se atienda a los afectados de una forma correcta que acabe con el tabú que suponen en nuestra sociedad.
En España se calcula que entre el 2,5 y el 3% de la población -alrededor del millón de personas-, padece un problema de salud mental grave, como la esquizofrenia o el trastorno bipolar, y que aproximadamente el 15% -9 millones de personas- sufrirá ansiedad o depresión en algún momento de su vida. Cifras que hacen cada vez más necesaria la labor de organizaciones como Con Salud Mental, que en el día de hoy celebrará una jornada de carácter técnico en el Ateneo de Madrid en la que se oirán voces expertas de profesionales, pacientes y familiares, con el fin de crear un lugar de intercambio de conocimientos sobre estas enfermedades.
De acuerdo con las directrices de la OMS, para hacer frente a este problema – además de una mejor financiación- son necesarias la inclusión de la salud mental en los programas de salud pública, la reorganización de los servicios de salud mental, el aumento de recursos humanos en la atención y la integración de la misma en la Atención Primaria (AP). En relación a este último aspecto, durante el mes de septiembre diferentes representantes vinculados a la AP debatieron sobre la necesidad de implantar la figura del psicólogo en esta área de la sanidad.
Mientras que la media europea en Atención Primaria es de 20 psicólogos por cada 100.000 habitantes, en España es sólo de cinco. Como informaba Gaceta Médica, de cada 100 pacientes que acuden a su médico de Atención Primaria, el 49,2 presenta síntomas intensos de ansiedad, depresión y somatizaciones que no pueden ser atendidos por los médicos de cabecera con las técnicas cognitivo-conductuales apropiadas para conseguir resultados efectivos.
Según Cano Vindel, presidente de la Sociedad Española para el Estudio de la Ansiedad y el Estrés (SEAS), es fundamental atender estas enfermedades por su “alta prevalencia” y porque las técnicas ineficaces tienden a la cronicidad, lo que ocasiona costes elevados y una carga social alta en forma de discapacidad.
Todavía queda un largo camino que recorrer en el tratamiento y planteamiento de estas enfermedades. Fomentar la información para evitar su estigmatización, cambiar la manera de abordarlas en los sistemas de salud o promover su aceptación social son sólo algunos de los pasos por los que empezar. Todo para recordar una vez más que las enfermedades mentales son tan enfermedad como las físicas y, por tanto, deben ser habladas, estudiadas, tratadas y apoyadas de la misma manera.
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