Género, deporte y salud
La doctora Ana de la Torre, traumatóloga de la Clínica Cemtro de Madrid, vicepresidenta de AEMEF (Asociación Española de Médicos de Equipos de Fútbol) y médica del Getafe C. F. desde hace 11 años, fue la primera mujer en “saltar” a un campo de fútbol de primera división, y ha participado en numerosos partidos oficiales internacionales. Hemos tenido la suerte de poder entrevistarla con ocasión del Día Internacional de la Mujer.
El ámbito deportivo es uno en los que se sufre la mayor brecha de género y esta situación se manifiesta, además de en la propia práctica deportiva, en la escasa —y en algunos deportes nula— participación de las mujeres en los estamentos técnicos, arbitrales y de gestión.
Todavía hay mucha gente que cuando escucha hablar de fútbol, dice que “es para hombres, no para mujeres”. A pesar de que hay 30 millones de mujeres futbolistas en el mundo, solo el 23 % de los países miembros de la FIFA desarrollan el deporte más popular del planeta en su versión femenina.
La brecha salarial entre mujeres y hombres en el fútbol es enorme: el contrato firmado por Neymar en 2017 con el Paris Saint-Germain por 36,8 millones de euros equivale al sueldo de las 1.693 futbolistas de las siete principales ligas de mujeres del mundo, detalla la última encuesta anual de Sporting Intelligence.
La concepción contemporánea de la actividad física y deportiva nos ha llevado a considerar un nuevo enfoque en el modelo de salud, que trata de interrelacionar los problemas de la salud con los hábitos de vida más o menos nocivos, entendiendo al sujeto como agente generador y controlador de su propia salud, dando una gran importancia al lugar que en este ámbito ocupa la actividad física y deportiva desde una perspectiva preventiva.
Las desigualdades de género suelen conllevar una diferencia de participación en estas actividades, sobre todo en lo que se refiere a las de tipo más competitivo. Esta situación reproduce lo que ocurre en el ámbito deportivo general. Por fortuna esta situación va cambiando y, si damos a la actividad deportiva un enfoque de crecimiento personal y social, con beneficios en el campo de la salud y el bienestar, resulta evidente que debemos establecer las condiciones para que chicos y chicas disfruten de dichos beneficios con equidad.
Después de la aprobación de la Ley Orgánica 3/2007, de 22 de marzo, para la igualdad efectiva de mujeres y hombres, el Consejo Superior de Deportes, en su papel de gestor público del deporte en España, promovió e impulsó en enero de 2009 un “Manifiesto por la igualdad y la participación de la mujer en el deporte” dentro de las actuaciones del Plan Integral de Promoción del Deporte y la Actividad Física. En él se habla de forma expresa de perspectiva de género, y se insta a todas las organizaciones deportivas a «Introducir el principio de igualdad de oportunidades como una máxima de calidad en la gestión dentro de la responsabilidad social corporativa de todas aquellas entidades relacionadas con la actividad física y el deporte, así como alentar a patrocinadores para que apoyen el deporte femenino en su conjunto y los programas que potencien la práctica deportiva de las mujeres».
Doctora de la Torre, ¿qué ha sido más difícil para usted, conseguir la igualdad de género como traumatóloga o como médica de un equipo de fútbol?
En el mundo del fútbol, en los inicios sí supuso una expectación y chocaba que una mujer trabajara como médico de un equipo. En el resto de los deportes es algo más habitual. No se plantean si eres hombre o mujer, simplemente que eres médico. Al principio tienes la sensación de tener que demostrar que haces bien tu trabajo, simplemente por el hecho de ser mujer, cosa que en un varón se da por supuesto. Ahora, para los jugadores es algo normal y no les llama la atención.
Yo he tenido la suerte de que un compañero “varón” me diera la oportunidad de demostrar que sé hacer bien mi trabajo en un “mundo de hombres” y he tenido igualdad en cuanto al trato y las condiciones económicas.
¿Cree que hay conciencia en el mundo deportivo y en concreto en el del fútbol de que han de cumplir con esta premisa?
Creo que esta conciencia en el fútbol se está empezando a crear, pero pienso que aún queda tiempo, puesto que el dinero que genera el fútbol masculino no es similar al que genera el fútbol femenino.
¿Cree que estamos cerca de la igualdad real y efectiva en nuestra sociedad?
La igualdad real está en proceso. Sí, todo el mundo piensa que debe existir dicha igualdad, pero a la hora de la práctica no existe. Incluso en el mundo del fútbol hay todavía equipos en los que no se contratan mujeres como médico. Teniendo la misma formación académica e incluso más experiencia en dicho campo, siguen eligiendo a varones y dicen que no cumples los requisitos, como le ha pasado a una compañera médico. Al preguntar el único requisito que no cumplía era el de no ser varón. Y este requisito, claro, no lo ponen en la oferta de empleo, porque es discriminatorio.
Cualquier forma de ejercicio físico mejora la función mental, la autonomía, la memoria, la rapidez, la “imagen corporal” y la sensación de bienestar al mismo tiempo que se produce una estabilidad en la personalidad caracterizada por el optimismo, la euforia y la flexibilidad mental. Además, el deporte fomenta la integración y la cohesión social enseñando al mismo tiempo un modelo inclusivo de convivencia en la diversidad y de respeto a la diferencia y aumenta la formación en valores como la solidaridad, la tolerancia, la disciplina, la confianza en uno mismo, la superación personal, etc.
Es evidente que ninguna de estas características puede ser privativa únicamente de la mitad de la población. Todos, hombres y mujeres, tenemos derecho a la protección de la salud en el sentido expresado por la Organización Mundial de la Salud, y no será posible sin igualdad.