Etiquetado de alimentos BIO
12/01/2017

José Luis López Larramendi, Healthcare Product Managner en Biosearch Life
Por José Luis López Larramendi, Healthcare Product Managner en Biosearch Life
Si echamos la mirada atrás, pocas serán las personas que asociaban hace diez años el concepto ‘bio’ a los alimentos de producción ecológica. De hecho, hasta la resolución del pasado 14 de julio de 2005 del Tribunal Supremo español, que proviene del pleito principal planteado en España por el Comité Andaluz de Agricultura Ecológica (CAAE), sobre la interpretación que debía darse a la normativa comunitaria de producción, etiquetado y control de los productos obtenidos según el método de producción ecológica, incluso tras las modificaciones operadas el año anterior a dicha resolución.
Pero, ¿qué a qué se le denomina producto ecológico? De acuerdo con el Reglamento (CE) nº 834/2007 del Consejo de 28 de junio de 2007 sobre producción y etiquetado de los productos ecológicos y por el que se deroga el Reglamento (CEE) nº 2092/91 (en adelante Reglamento (CE) nº 834/2007) “la producción ecológica es un sistema general de gestión agrícola y producción de alimentos que combina las mejores prácticas ambientales, un elevado nivel de biodiversidad, la preservación de recursos naturales, la aplicación de normas exigentes sobre bienestar animal y una producción conforme a las preferencias de determinados consumidores.
Por productos obtenidos a partir de sustancias y procesos naturales. Así pues, los métodos de producción ecológicos desempeñan un papel social doble, aportando, por un lado, productos ecológicos a un mercado específico que responde a la demanda de los consumidores y, por otro, bienes públicos que contribuyen a la protección del medio ambiente, al bienestar animal y al desarrollo rural”.
Así, el Comité Andaluz de Agricultura Ecológica planteaba al Tribunal Supremo las dudas sobre la compatibilidad con la normativa comunitaria de las disposiciones nacionales que mantenía en exclusiva el término «ecológico», su prefijo «eco» o sus derivados al método de producción ecológica, mientras que dejaban disponibles el concepto «biológico», su prefijo «bio» y sus derivados para productos que no respondían a las exigencias de la agricultura ecológica.
Posteriormente llegó el Reglamento (CE) no 834/2007 del Consejo sobre producción y etiquetado de los productos ecológicos, el cual establece un marco jurídico para los productos ecológicos. Este contiene los objetivos básicos y los principios generales de la agricultura ecológica y especifica las normas relativas a la producción, etiquetado, control e intercambios con países de fuera de la Unión Europea (UE). La armonización de las normas relativas a la producción, etiquetado y control de los productos ecológicos tiene el objetivo de garantizar: una competencia justa entre los productores y una mayor confianza en estos productos por parte de los consumidores.
Los objetivos son la agricultura sostenible y la calidad de la producción, que debe responder a las necesidades de los consumidores. Los principios generales se refieren, por ejemplo, a métodos de producción específicos, a la utilización de recursos naturales y a la limitación del uso de sustancias de síntesis. Se permiten Aditivos y Coadyuvantes tecnológicos de síntesis para productos ecológicos transformados, hasta un determinado porcentaje. También fija principios específicos aplicables a la agricultura y a la transformación de productos alimenticios y piensos ecológicos.
Si el producto transformado lleva < 95% de ingredientes ecológicos, lleva aditivos o coadyuvantes tecnológicos o ingredientes agrícolas no ecológicos permitidos, no se admite logo UE y la referencia al método ecológico sólo puede hacerse en relación con los ingredientes ecológicos.
En la lista total de ingredientes debe incluir una indicación del porcentaje total de ingredientes ecológicos respecto a los agrícolas no ecológicos.
Conforme a la definición proporcionada por el Codex Alimentarius de la FAO/OMS, la producción ecológica es un sistema de ordenación de la producción que promueve y mejora la salud del agrosistema, con inclusión de la biodiversidad, los ciclos y promoción de la actividad biológica del suelo. El método de producción ecológica tiene un papel social doble:
Utiliza métodos agronómicos biológicos naturales y mecánicos, disminuye la erosión y contaminación de suelos y aguas, reduce aportes externos y favorece la sostenibilidad del sistema agroalimentario = MEJORA ENTORNO NATURAL.
La eliminación de la práctica totalidad de tratamientos con pesticidas sobre los cultivos permite que los vegetales estén libres de residuos químicos de síntesis = PRODUCTO SALUDABLE PARA EL CONSUMIDOR.
Actualmente Alemania es el mercado más grande de alimentos ecológicos de Europa. Por ejemplo, el país germano en 2015 incrementó su volumen de ventas un 11% llegando a los 8.620 millones de euros. Según la Sociedad de Información del Mercado Agrario (AMI en siglas alemanas), este aumento de las ventas se debe principalmente a la iniciativa del comercio detallista: “Sobre todo las tiendas-discount, como Aldi Nord, Lidl o Penny, que están ampliando su surtido ecológico considerablemente“, explica la analista de mercado para la agricultura ecológica Diana Schaack en Ecoticias. En países como España es un sector en el que se espera aún crecimiento del mismo, debido a la mayor concienciación y preferencias actuales de los consumidores.
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