Emprendimiento enfocado al bien común, Blendhub
La alimentación global está cambiando, la industria alimentaria se encuentra en plena transformación. En esta evolución constante, sobre todo en los países más ricos, sigue quedando una asignatura pendiente: Cómo acabar con el hambre en el mundo.
La extensa cadena alimentaria es una de las razones por las que se demora la recepción de muchos alimentos, los traslados entre países y continentes perjudican a los productos de Km 0, también llamados alimentos de cercanía o proximidad. Y con la intención de liderar un cambio en la cadena de valor del sector agroalimentario que permita que el acceso a los alimentos básicos sea más justo y seguro, llegando a más personas y más lugares, surge Blendhub.
Blendhub es una compañía que da soporte a marcas de alimentos en áreas como formulación, búsqueda y compra de materias primas y optimización de la cadena de suministro. Su origen está en Premium Ingredients, empresa creada en 1997 por Henrik Stamm Kristensen, combinando la transparencia y rigor propios de Dinamarca, con su pasión por el carácter y agilidad latina.
La compañía ha definido un nuevo modelo de negocio, CloudBlending, que impulsa una solución de cadena de suministro de origen a destino, y que da acceso a mezclas alimentarias en polvo en forma de servicio, en cualquier parte del mundo al mejor precio. Como solución completa, permite a las empresas que utilicen o comercialicen estos productos posicionarse en cualquier mercado y lanzar nuevas gamas tanto a nivel nacional como internacional, optimizando costes.
La propuesta de Blendhub permite a empresas de alimentación resolver retos de fabricación como el desarrollo de productos, su personalización y adaptación a nuevos nichos, la optimización de sus procesos logísticos y picos de producción, o el desarrollo de fórmulas. Todo ello a través de un modelo único de pago por uso, sin inversión inicial ni operativa.
El modelo de negocio de Blendhub está apoyado por una red global de hubs (centros de producción) conectados en la nube y por el conocimiento de una comunidad mundial de miles de profesionales agroalimentarios; por ello, añade valor de forma inmediata a cualquier producto y permite fabricar en cualquier lugar con calidad superior, con un riguroso control y análisis de cada lote de producto final.
La compañía, que ya cuenta con centros operativos en España, México y Dubái, tiene previsto instalar 40 hubs en los próximos años en todo el mundo.
Aquí vemos que la innovación en el sector alimentario puede traer amplias oportunidades de negocio pero, más importante aún, puede dar soluciones que el mundo necesita. El hambre en el mundo afecta a alrededor de 795 millones de personas, que no disponen de alimentos para una vida saludable y activa (1 de cada 9 personas en el mundo), según datos del Programa Mundial de Alimentos. WFP (por sus siglas en inglés) también nos informa de que Asia es el continente más afectado por la falta de recursos alimentarios para su ciudadanía, con datos en ligero aumento en Asia occidental. Además, África subsahariana es la región con mayor prevalencia (porcentaje de la población) con hambre. Una persona de cada cuatro presenta desnutrición. Y la nutrición deficiente es la causa de casi la mitad (45%) de las muertes en niños menores de cinco – 3,1 millones de niños cada año; uno de cada cuatro de los niños en el mundo padece de retraso en el crecimiento. En los países en desarrollo la proporción puede elevarse a uno de cada tres.
Con estos datos, ¿qué podemos hacer? Aplaudimos iniciativas concienciadas con las necesidades sociales actuales. La ingesta de alimentos ricos en vitaminas y minerales convertidos en polvo para su fácil distribución entre los grupos demográficos que más hambre padecen parece ser una buena solución, al menos temporal, para llegar a zonas de conflicto o de difícil acceso, y para reducir las terribles cifras del hambre en el mundo, aún hoy en pleno siglo XXI.
El Derecho Alimentario tiene muchas facetas, como podemos ver. Una de sus bases es precisamente el concepto de “seguridad alimentaria”, que en los países de nuestro entorno refiere a que los alimentos que consumimos cumplan los estándares de seguridad e higiene requeridos por la normativa, pero que en muchas zonas del mundo refiere a la necesaria “seguridad de poder comer”.
En inglés se diferencia entre “food safety” y “food security” y, en este sentido, la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) reúne ambos en su definición: “La seguridad alimentaria se da cuando todas las personas tienen acceso físico, social y económico permanente a alimentos seguros, nutritivos y en cantidad suficiente para satisfacer sus requerimientos nutricionales y preferencias alimentarias, y así poder llevar una vida activa y saludable”.