Beneficios de la fruta
La fruta es sinónimo de salud, sobre todo si nos acostumbramos a comer fruta de temporada. Una nutrición sana debe incluir la alimentación de fruta diaria ya que nos aporta una gran cantidad de vitaminas y minerales naturales. Vegetales y frutas son, por tanto, de las mejores opciones nutricionales, más aún si proceden de agricultura sostenible. Los diferentes Ministerios de Agricultura de la Unión Europea fomentan acuerdos para reglamentar la acción de la agricultura ecológica con parámetros que especifican tanto la producción como el etiquetado. También, las reglamentaciones alcanzan a los productos de importación, que deben saldar controles y normativas de calidad estrictas.
La fruta está compuesta principalmente de agua, por lo que su consumo es sinónimo de beber agua, lo que nos ayuda en la hidratación natural de nuestro cuerpo. Además, de la fruta obtenemos energía gracias a la fructosa, que es un monosacárido que nuestro cuerpo absorbe y asimila muy rápido. Otros compuestos importantes que nos aporta la fruta son la fibra natural soluble, las sales minerales (que regulan el equilibrio mineral del organismo y nos proporcionan magnesio y algunos tipos de calcio), ácidos orgánicos y vitaminas (como las A, C y E) debido a que poseen betacarotenos, que cuidan las mucosas y nuestra piel.
Los profesionales de la nutrición aconsejan el aumento del consumo diario de frutas y verduras dentro de lo que se conoce como “pirámide nutricional”, ya que hemos perdido gran parte de los beneficios de la dieta mediterránea, basada en productos frescos de temporada. Se afirma que nuestra dieta actual se asemeja más a una pirámide invertida, en la que el consumo de carnes rojas, grasas, e hidratos de carbono de absorción rápida -como pasta, cereales y azúcares refinados- es mucho mayor que el de frutas, verduras y pescado.
Al tiempo que se avanza en el estudio de la genética humana se comprueba que son tan importantes o más nuestros hábitos de vida, como se explica en este vídeo.
Fruta de temporada: Verano
1- Sandía: La sandía es una de las frutas veraniegas por excelencia y eso se debe a que es rica en vitamina C, ácido fólico y calcio.
2- Ciruela: Favorece el tránsito intestinal por sus altos contenidos de fibra.
3- Melón: Nos aporta vitaminas A y E, nos hidrata y es un recomendado diurético.
4- Albaricoque: Contribuye a darnos calcio, magnesio, potasio y varios antioxidantes.
5- Níspero: Ricos en antioxidantes, fibra vitaminas que cuidan de nuestro cuerpo.
Para los pequeños de la casa a los que nos les gusta comer la fruta, se aconseja preparar zumos y mermeladas, y así disfrutar de los sabores de frutas de verano durante todo el año.